La propuesta de este ruso fue grabar cada acontecimiento de la ciudad de San Petersburgo, dando como resultado una serie de escenas que mostraban a una Unión Soviética beneficiada por la tecnología industrial y todo el ritmo que esta provocaba en la ciudad.
Vértov trató de plasmar una ciudad común y corriente, pero creando nuevos significados gracias al montaje, provocando un significado profundo en los hombres y mujeres que vivían en el siglo XX. Vértov queria jugar con lo ya establecido e innovar el uso de montaje y asi utilizarlo como un arma para la formación de nuevos conceptos.